Nuestro aliado de hoy es un árbol de origen asiático el
Kiri o árbol Emperatriz (Paulownia tomentosa o Paulownia imperial), que entre otras posee la característica de ser
el árbol de crecimiento más rápido que existe. al año de su plantación puede alcanzar más de cinco metros de altura y a los seis años alcanzar su altura máxima de casi 30 metros, lo que lo hace muy atractivo para la obtención de papel, además su
madera es de una excelente calidad para su uso en carpinteria.
Pero no se quedan hay sus bondades, ya que su
consumo de dióxido de carbono (CO2) y su producción de oxigeno puede llegar a ser diez veces mayor que el de otras especies arbóreas.
Además
tolera muy bien las sequias y los incendios y por si fuera poco,
es capaz de regenerar suelos empobrecidos e incluso contaminados, aportándoles nitrógeno y haciéndolos más fértiles.
Su floración es espectacular, por lo que
puede ser usado como ornamental en nuestras ciudades.
Son pues muchas sus ventajas y tal vez su único inconveniente, no ser una especie autóctona, pero tampoco lo son la mayoría de las especies que se encuentran en nuestros jardines y parques.
Cuenta una tradición de su país de origen, China que cuando una niña nacía sus progenitores, plantaban un árbol Kiri, el cual al llegar la niña a la edad de su boda, estaba ya tan desarrollado que se pòdía talar para construir los mubles de la dote.