A partir de este año se incorpora el lema 'Aptas para todos los públicos', que estará presente en las todas actividades que se pongan en marcha.
Parece increíble que fuera un profesor que recitaba a Shakespeare de memoria en inglés y que visitó en numerosas ocasiones la biblioteca de Sarajevo, fuera el que dio la orden de su destrucción, si queréis saber más os dejo el enlace a un interesante artículo de Sabrina Duque, titulado:
La fragilidad de las bibliotecas
El cartel de este año 2019, ha sido encargado al ilustrador valenciano Miguel Calatayud |
Pregón
LA SIN CUENTO
No
quería ser princesa, no quería ser liberada por el príncipe azul.
Tampoco que el beso de un Príncipe la devolviera a la vida; ni que la
salvara de la explotación infantil, no quería esconderse en la casa de
los siete enanitos y ser su criada hasta que un príncipe la viniese a
rescatar. No era capaz de renunciar a su voz por el amor de un muchacho;
ni esperaba que San Jorge la salvara del dragón. Nobles princesas
condenadas a dormir o al silencio, por orden de una madrastra, de un
padre o de un hada buena.
Y
se calzó sus zapatos rojos y huyó de su cuento, corrió y corrió
buscando refugio, convirtiéndose en una sin cuento. Era una sin libro,
una sin papeles, no la querían en ninguna parte.
En
una cáscara de nuez navegó por el Mar de las Letras, y naufragó. Nadaba
contracorriente, fuertes olas de frases la ahogaban, y cuando se dio
por vencida y se abandonó a su suerte, de repente, la salvó la capitana
Pippi Långstrump, una niña libre, generosa, que nunca se aburría, que se
atrevía a cuestionar el razonamiento de los adultos. Acompañada por
Matilda navegaban por el mar de las letras para rescatar a todos
aquellos personajes que se aventuraban a cruzar el mar buscando un
cuento mejor. Heroínas con fuerte sentido de la justicia y del deber de
proteger a los más débiles.
Finalmente,
después de muchas tribulaciones llegaron a puerto seguro, el Puerto de
la Biblioteca, el Paraíso del que le había hablado Borges. Un lugar
lleno de tesoros hundidos, como le había dicho Virginia Woolf; una nave
espacial que la llevaría a los puntos más lejanos del universo; una
máquina del tiempo que la transportaría al pasado lejano y al lejano
futuro; una salida a una vida mejor, más feliz y más útil, como le
explicó Isaac Asimov. Un lugar donde no necesitaba ser princesa para ser
la protagonista de todos los cuentos.
Larga
vida a las bibliotecas, refugio de todos, también de los sin cuento, de
los sin libro, de los sin papeles, de las niñas que no quieren ser
princesas y de los niños que no quieren ser héroes. Larga vida a los
bibliotecarios y bibliotecarias, guardianes del Paraíso, de máquinas del
tiempo y de grandes tesoros como son los libros.
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