Despedimos nuestro pino

Ayer el pino carrasco que teníamos en la puerta del colegio fue talado. Es una lamentable noticia, pero este majestuoso ejemplar que ha acompañado el paso de muchas promociones de alumnos en el centro, en poco tiempo y por causas que desconocemos murió, pasando del verde claro de sus acículas y de proporcionar refugio a aves y otros animales, al ocre de sus ramas y agujas, por las que su fluido vital "su sangre" (la savia) ya no circulaba.

Detalle de las agujas y el fruto

Es una lástima ya que si hay algo que creo que le falta a nuestro colegio son árboles. Recuerdo la impresión de contemplar su gran patio interior,cementado en su totalidad sin ningún resto de vegetación.
Desde el patio, el único árbol que se veía era precisamente la copa del pino que ha acompañado no sólo a la escuela sino a todo el barrio durante puede que cerca de medio siglo, aunque era aún joven, algunos ejemplares pueden llegar a los 300 años de vida..
En fin, no vamos a hacer "leña del árbol caído", aunque ese será el último beneficio de este ejemplar y dará calor este invierno en algún hogar.Por eso no  ilustraremos este comentario con alguna foto de su tala, sino con otra del pino en su esplendor.
Trataremos de sustituirlo por algunos arbustos que puedan seguir embelleciendo nuestro entorno y proporcionarnos las innumerables ventajas que nos aportan las plantas y que nos esforzamos en  difundir en nuestra comunidad educativa.