Ya por entonces, este sabio que sabía
contar las historias como poca gente lo ha hecho posteriormente, nos decía
que aquellas tribus africanas, que con sus rudimentarias armas, perseguían a
los grandes mamíferos de África, y cuando conseguían abatir al hermoso animal, lejos de felicitarse o vanagloriarse, le pedían
perdón por haberlo cazado y lo justificaban por la necesidad de alimentar a su
familia, prometiendo no desperdiciar ni un sólo gramo de su cuerpo.
Que diferentes de algunos que cazan, no
para comer, ni con una rudimentaria arma, sino a bordo de potentes vehículos, con armas capaces de abatir un animal desde centenares de metros y después
entrechocan sus manos por la gran hazaña realizada, dejando por supuesto un recuerdo
gráfico de la misma.
Pues bien hemos sabido que el elefante
conocido como "Satao" y que vivía en el parque nacional de Tsavo en Kenia ha muerto por la acción de unos furtivos, que iban armados con modernas ballestas, gafas de visión nocturna y potentes motocicletas todoterreno. Parece que no pensaban en su presa como una necesidad alimentaria. Efectivamente puede que alguien exhiba sus dos poderosos colmillos, fruto de sus más de 50 años de edad, adornando alguna suntuosa estancia.
La leyenda de este poderoso mamífero africano cuenta que había aprendido a refugiarse en la vegetación para evitar ser visto por los furtivos, que ya con anterioridad intentaron matarlo, usando también dardos envenenados.
La leyenda de este poderoso mamífero africano cuenta que había aprendido a refugiarse en la vegetación para evitar ser visto por los furtivos, que ya con anterioridad intentaron matarlo, usando también dardos envenenados.
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